«Capirote» de los Zarramaches

50.00

Casavieja es un pequeño pueblo de la provincia de Ávila situado en el Valle del Tiétar. Que cada año revive antiguas tradiciones, relacionadas en su mayoría con el entorno serrano y pastoril.

Los Zarramaches es una de las celebraciones más características  que tiene lugar cada 3 de febrero con motivo de la fiesta de San Blas. En este día hacen aparición  dos personajes de carácter grotesco que protagonizan una curiosa mascarada de invierno.

Según la tradición  eran los pastores de Casavieja que vivían gran parte del año en las sierras, los que encarnaban anualmente a estos personajes y bajaban hasta el pueblo a celebrar San Blas y a recibir el aguinaldo de manos de los dueños del ganado. Se dice que vestían de esta manera tan estrafalaria para divertir a los niños en ese día festivo.

El traje de los Zarramaches se compone de varias partes. Visten pantalón blanco y cubren su torso con una pieza de tela blanca a modo de toquilla que cae sobre los hombros hacia la espalda y que va decorada con puntillas de encaje. A la espalda llevan una estera de esparto que se ata al cuello con una cuerda y que se ciñe a la cintura con una correa de la que penden tres cencerros. Sin duda la parte más característica de la indumentaria es la especie de máscara con que cubren su cara, y el gorro de forma cónica, semejante a un capirote, del que cuelgan multitud de cintas de colores, y que se remata con un penacho de flores de tela.

Descripción

                                                                                                                                                                                  Casavieja es un pequeño pueblo de la provincia de Ávila situado en el Valle del Tiétar. Que cada año revive antiguas tradiciones, relacionadas en su mayoría con el entorno serrano y pastoril.

Los Zarramaches es una de las celebraciones más características  que tiene lugar cada 3 de febrero con motivo de la fiesta de San Blas. En este día hacen aparición  dos personajes de carácter grotesco que protagonizan una curiosa mascarada de invierno.

Según la tradición  eran los pastores de Casavieja que vivían gran parte del año en las sierras, los que encarnaban anualmente a estos personajes y bajaban hasta el pueblo a celebrar San Blas y a recibir el aguinaldo de manos de los dueños del ganado. Se dice que vestían de esta manera tan estrafalaria para divertir a los niños en ese día festivo.

El traje de los Zarramaches se compone de varias partes. Visten pantalón blanco y cubren su torso con una pieza de tela blanca a modo de toquilla que cae sobre los hombros hacia la espalda y que va decorada con puntillas de encaje. A la espalda llevan una estera de esparto que se ata al cuello con una cuerda y que se ciñe a la cintura con una correa de la que penden tres cencerros. Sin duda la parte más característica de la indumentaria es la especie de máscara con que cubren su cara, y el gorro de forma cónica, semejante a un capirote, del que cuelgan multitud de cintas de colores, y que se remata con un penacho de flores de tela, hecha de mimbre.

 

 

Información adicional

Peso 0.500 kg

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